La firma de inversión explica a las farmacéuticas y empresas de terapias genéticas que curar enfermedades no es rentable. Y dicta la vía alternativa.
Goldman Sachs se descarna en uno de sus recientes informes. Erradicar enfermedades es un mal negocio, dice la firma de inversión. La compañía alerta a las farmacéuticas y las empresas que se dedican a la investigación de terapias genéticas que acabar con enfermedades incurables es un mal negocio a largo plazo.
La firma de inversión cuestiona el modelo de negocio de la biotecnológica Gilead, que descubrió la cura para la hepatitis C, porque, al reducir el número de portadores, el grupo de futuros afectados por la enfermedad también baja, lo que repercute en la rentabilidad de la compañía.
Goldman Sanchs se atreve a marcar una vía alternativa: investigar tratamientos contra enfermedades no infecciosas, porque el número de nuevos casos nunca bajará.
“El potencial de ofrecer ‘remedios únicos‘ es uno de los aspectos más atractivos de la terapia génica, la terapia celular genéticamente modificada y la edición de genes. Sin embargo, estos tratamientos ofrecen una perspectiva muy diferente con respecto a los ingresos recurrentes frente a las terapias crónicas”, escribió el analista Salveen Richter en un informe a sus clientes farmacéuticos en abril pasado.
El informe, que ha tenido poca repercusión hasta ahora, destapa una ola de críticas contra la compañía que prácticamente desaconseja investigar en enfermedades infecciosas.
“Si bien esta propuesta tiene un enorme valor para los pacientes y la sociedad, podría representar un desafío para los desarrolladores de medicina genómica que buscan un flujo de efectivo sostenido”, añade el informe.
Para la elaboración de su polémico informe, Goldman Sanchs citó los tratamientos de Gilead Sciences para la hepatitis C, que lograron tasas de curación de más del 90% de los casos.
Las ventas de la compañía en los Estados Unidos alcanzaron los 12.000 millones de dólares en 2015 (unos 11.000 millones de euros al cambio actual), pero han sufrido un notable descenso desde entonces, explica Goldman Sachs, y “apenas” alcanzarán los 4.000 millones este año (unos 3.500 millones de euros).
«Gilead es un buen ejemplo, donde el éxito de su franquicia de hepatitis C ha agotado gradualmente el grupo disponible de pacientes tratables», escribió el analista.
«En el caso de enfermedades infecciosas como la hepatitis C, curar a los pacientes existentes también disminuye el número de portadores capaces de transmitir el virus a nuevos pacientes, por lo que el grupo de afectados también disminuye. En los casos en los que un grupo de afectados permanece estable (por ejemplo, en cáncer), el potencial para una cura plantea menos riesgos para la sostenibilidad”.
Las recetas de Goldman para las farmacéuticas
La compañía ha dictado tres recomendaciones a las farmacéuticas para no dejar de ganar dinero con la cura de enfermedades. Estas son las recomendaciones:
- Dirigirse a mercados grandes. La hemofilia es un mercado de entre nueve y 10.000 millones de dólares, que crece a un ritmo del 7% anual.
- Investigar en los trastornos con alta incidencia. La atrofia muscular espinal afecta las células en la médula espinal, lo que ocasiona dificultades para caminar, comer o respirar. Las múltiples dolencias ocasionadas por el mismo trastorno ofrece más posibilidades de rentabilidad.
- Innovación constante y expansión de la cartera. Hay cientos de enfermedades de la retina heredadas (formas genéticas de ceguera). El ritmo de la innovación también jugará un papel, porque los programas futuros pueden compensar la trayectoria descendente de los ingresos de los activos anteriores.